El picado, el fútbol de potrero, es la quintaescencia del fútbol argento. Porque cualquier mocoso habilidoso que llegue a primera puede animarse a tirar un caño de local. Pero para el tirar un lujo en una plaza, cuando el rival de turno te puede cagar bien a patadas sin que nadie te defienda, además de habilidad hacen falta huevos.
Para evitar malos momentos, es conveniente saber
con quién jugar en los picados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario